Por Sin Reservas
(De Antonio María Delgado, adelgado@elnuevoherald.com).- Habla de paz, pero el gobernante venezolano Nicolás Maduro está decididamente en pie de guerra, y no habían pasado dos días de que se comprometiera a aminorar las tensiones con Bogotá, cuando ya amenazaba con cerrar nuevos puntos fronterizos con Colombia e invocaba el espectro de un enfrentamiento armado con Guyana.
Y es que el colapso de la economía venezolana solo le ha dejado ha Maduro el tambor del nacionalismo para tratar de reavivar de las cenizas de la ahora impopular revolución bolivariana, de cara a unas cruciales elecciones parlamentarias donde la oposición le aventaja por cerca de 30 puntos porcentuales, dijeron los ex presidentes de Bolivia y de Colombia, Jorge Quiroga y Andrés Pastrana, respectivamente.
Es una crisis creada por Maduro con dos claros objetivos: distraer a la opinión pública y torpedear el libre ejercicio de las elecciones de los municipios de la frontera, donde suspendió los derechos constitucionales.
“Maduro está buscando un enemigo externo, y el enemigo externo en este momento para el gobierno de Venezuela es Colombia”, comentó Pastrana, quien junto a Quiroga y otros 29 ex presidentes latinoamericanos y de España firmaron el miércoles un pronunciamiento denunciando las violaciones a los derechos humanos en la frontera y exigiendo la observación internacional en las elecciones.
“El sufrimiento de las familias [que viven en ambos lados de la frontera] está siendo usado para distraer a la opinión publica y para crear un estado de excepción en departamentos fronterizos de Venezuela con Colombia y para suspender las libertades necesarias para llevar adelante un proceso electoral”, agregó Quiroga.
Las pretensiones de Maduro de mantener con vida la crisis fronteriza pueden verse en las últimas actuaciones del gobernante venezolano, resaltó Pastrana.
“Maduro se reúne con el presidente Santos hace poco más de un día, y la respuesta es que cerró la totalidad de la frontera en el día de hoy”, dijo Pastrana en referencia al anunció realizado por Maduro el martes de que agregaría al también fronterizo estado Amazonas al estado de excepción, como parte de sus esfuerzos por construir “una nueva frontera de paz”.
El régimen venezolano comenzó a cerrar la frontera el mes pasado argumentando que estaba luchando contra el contrabando y el paramilitarismo, y procedió a deportar masivamente a ciudadanos colombianos que habitaban en la zona fronteriza, en una acción que ha sido criticada por distintas instancias internacionales.
Según informes de prensa, más de 20,000 colombianos se han visto forzado a salir de Venezuela, cientos de ellos obligados a cruzar la frontera sin sus pertenencias y a punta de pistola.
Pero Colombia no es el único país que tiene problemas con su vecino. El presidente de Guyana, David Granger, denunció alarmado el martes que su gobierno ha detectado un incremento de las tropas venezolanas destacadas junto a la frontera.
“Hemos recibido informes recientes de que Venezuela ha hecho un despliegue militar extraordinario en la frontera, lo que afecta a la defensa territorial de Guyana”, dijo Granger el martes en una conferencia de prensa convocada de emergencia.
“Es muy provocativo y entendemos que Venezuela está emprendiendo una ruta muy peligrosa en vez de buscar una resolución pacífica al asunto”, dijo Granger, al advertir que su país tiene el derecho a ver la presencia “anormal” de tropas en la frontera como una amenaza para su integridad territorial.
La rueda de prensa fue realizada un día después de que Guyana anunciara que recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para resolver la disputa fronteriza por la región de Esequibo.
El miércoles, el ministro de Asuntos Exteriores de Guyana, Carl Greenidge, denunció la presencia “ilegal” de barcos armados de Venezuela en un río ubicado entre ambos países.
“Están enviando barcos armados al río Coeroeni, que como saben pertenece a las aguas de Guyana. Además de la movilización de tropas y equipo, incluido un lanzamisiles al otro lado de la frontera, hasta lo que tengo entendido han posicionado ilegalmente embarcaciones en aguas de Guyana”, denunció Greenidge.
La disputa territorial entre Venezuela y Guyana lleva décadas, y la inmensa mayoría de venezolanos cree que dos tercios del territorio del vecino país le fue extraído ilegal e ilegítimamente al país petrolero, pero son pocos los que dudan que la crisis está siendo confeccionada artificialmente por Maduro con fines electorales.
Es una opinión que es compartida por diplomáticos estadounidense, incluyendo al ex subsecretario de Asuntos Latinoamericanos de Estados Unidos, Otto Reich, quien advirtió que la crisis artificial podría llegar a ser usada por Maduro como pretexto para suspender las elecciones.
“Maduro y todo su entorno van a tratar de buscar un pretexto para no llevar a cabo elecciones libres si ven que no pueden manipular el resultado, porque la diferencia [en popularidad] es demasiado grande con la oposición, a diferencia de ocasiones anteriores”, dijo Reich.